miércoles, 11 de octubre de 2017

UNA HISTORIA MARINA PARA REFLEXIONAR


Samanta,  abrió sus ojos y sonrío;  a sus padres y la luz acuática vio
Era una linda ballenita, tierna y bien alimentadita
Sus padres le enseñaron los secretos del mar, a toda criatura oceánica cuidar y respetar
Samanta, bailaba al ritmo del delfín, parecía un serafín.

Jugaba con los pulpos y las estrellas de mar; todo era un dulce amar
Vivía feliz con todos sus amigos; pero muy pronto aparecerían los enemigos.
Unos malvados hombres estaban casando ballenas; seres sin amor y con mentales problemas
La sangre inocente se esparcía por el océano, todas las especies le temen al humano.

Los padres de Samanta, murieron en ese mal acto; hombres malignos lograron su odioso pacto
La pequeña lloró sin secar, pero su amiguito el delfín la supo consolar
Él, después le dijo, debemos viajar muy lejos, por favor sigue mis consejos
El humano se olvidó de su divinidad, su corazón  se ensañó en maldad.

Ambos viajaron por varios días, Samanta solo escuchaba tristes sinfonías
Por fin llegaron  donde podían estar protegidos,  pero sus corazones estaban abatidos   
La diosa del mar les brindó un dulce hogar; donde podían amar y jugar
Samanta creció pero de sus padres nunca se olvidó.

Como seres de luz  debemos proteger  la naturaleza, todo es Dios en belleza
Las especies necesitan vivir, no las hagamos sufrir
Todo es sagrado, por la Fuente es amado
Gracias Dios, por amar y proteger; contigo todo es un bello nacer.

Bendiciones,
Yider Elder Araque Cerón

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