Andrea una chica inocente, del mundo oscuro vivía inconsciente
Ternura de alta dimensión, de mágico corazón
Bella por naturaleza, llena de gentileza
Era una tierna flor, en su espíritu solo palpitaba el verdadero amor.
Le gustaba irse a bañar una linda cascada, desnudaba su lindo cuerpo de hada
Se sumergía como linda sirena, piel cósmica, bella y serena
Un joven de corazón no tan puro siempre la miraba, y con ojos de maldad la deseaba
Decidió enamorarla, con mentiras engañarla.
Se presentó como un príncipe azul e inocente, educado y aparentemente valiente
Ella se enamoró por completo, miraba en él lo cariñoso, sutil y concreto
Él la conquistó con falsedades, flores, canciones, chocolates, eran sus no gratas personalidades
La bella inocente cayó en sus brazos, pensaba que era un amor de fuertes lazos.
Le entregó su pureza, ella pensaba que era la más especial y verdadera belleza
Él se sació día a día de ella, luego se marchó sin dejar huella
Andrea tristemente lloraba, de ver que fue engañada por el hombre que amaba
Bañaba su cuerpo con el agua de cristal, pensaba que borraría su tristeza elemental.
Al poco tiempo se dio cuenta que estaba esperando un lindo retoño, nacería en el mes de otoño
Andrea no sabía qué hacer, pero a su bebé siempre quería tener
Dolida y abrumada, quedó cansada, dormida y acostada
En sus sueños un ángel apareció, un beso en la mejilla le dio.
El Ser de luz le dijo, felicidades por tu primer lindo hijo
Es la creación celestial, nacerá de tu lindo manantial
No estés triste, recuerda que las mentiras y verdades en esta tierra existe
De ellas aprendemos a evolucionar, por ello a todo oscuro debemos perdonar.
Tu inocencia es como la mía, nunca se acaba y permanece noche y día
Viniste cumplir una misión, en este mundo donde muchos dañaron su corazón
Pero tú sigue firme con tu bella criatura, es la divina hermosura
Nosotros estaremos pendientes de ustedes, es uno de nuestros maravillosos deberes.
El ángel le dio otro beso, desapareció y al tercer cielo subió
Ella despertó feliz y conmovida, sintió que volvió a su verdadera vida
Tocó su estomago y dijo, eres la luz de mi vida, eres la verdad de mi alma, te amo mi tierno hijo
Gracias Dios por las mentiras y verdades, nos hacen crecer en inocentes cualidades.
Bendiciones,
Yider Elder Araque Cerón
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