viernes, 3 de junio de 2016

EL NIÑO DE LOS 5 PANES Y 2 PECES


Un hermoso niño de lindos sentimientos, vivía feliz jugando con los cuatro vientos
Humilde y laborioso; corazón bondadoso
Salía a pescar, para su familia ayudar
Escuchó cierto día, que había un mesías; Jesús el  avatar de la más alta sinfonía.

La gente comentaba, que sanaba a los enfermos y a los pecadores amaba
Además  hablaba del nuevo nacer,  donde el espíritu se deleita con placer
El niño  sintió la felicidad en su corazón, conocerlo era su gran pasión
Le dijo a su madre, que iba a ver al redentor, porque era su más divino amor.

La madre aceptó; el niño, fe eterna decretó
En su mochila llevó 5 panes y 2 peces;  para su alimentación por tres veces
Un beso en la mejilla a su mamá le dio, feliz y cantando salió
Después de tres horas de caminar, por fin terminó su andar.

En una pradera estaba la gran multitud,  a lo lejos miró el mesías de gran virtud
Sus lágrimas brotaban sin cesar, su corazón palpitaba por el gran amar
Corrió hacia él, quería sentir el manantial y la espiritual miel
Dos apóstoles no le permitieron ingresar; el maestro les dijo, déjenlo pasar.

La creatura lo abrazó y empezó a llorar,  Jesús con ternura  lo comenzó a mimar
Le dijo, bello ángel no llores más,  conozco el lindo corazón y tu alma además
Para mi es una grandeza conocerte y en mis brazos tenerte
El pequeño con sentimiento le dice, eres el más radiante hombre, gran rey eterno nombre.


Jesús sonríe y le dice, precioso ángel de dulzura, se nota que conociste al Padre en extensa hermosura
Un gran alquimista serás y mis palabras mágicas enseñarás
De repente alguien dice, ¡Maestro la gente está hambrienta!, ya en sus rostros se manifiesta
 El niño abre su mochila y dice, yo les brindo estos 5 panes más 2 peces, para que tú amado maestro lo progreses.

Jesús ríe con ternura, le dice, pequeño tu fe es más grande que toda esta llanura
De repente el alimento se multiplica sin parar, todos quedan sorprendidos sin respirar
El mesías dice, empiecen a repetir,  recuerden que el Padre brinda abundancia sin medir
Las multitudes comieron con felicidad, decían, este es el mecías en verdad.

Después de haberse  saciado, escucharon las palabras del gran amado
De su boca destellaba luz y amor; el palpitar de sus corazones  era de gran honor
Luego el niño se despidió del maestro estelar; le dijo, eres el Ser del gran volar
Jesús le respondió,  ángel, tú eres mi gran admiración, llevarás por siempre las palabras en canción.

Otro fuerte abrazo se dieron, y alegremente se despidieron
Después de una hora caminando, la mochila del niño iba más y más pesando
Él, la descargó y abrió; ¡que sorpresa se dio!
Dentro de ella había más de mil monedas de oro, era un  gran bello tesoro.

Su alegría fue indescriptible, comprendió que el corazón y fe del alquimista todo es posible
Al pasar el tiempo se convirtió en el hombre más rico de la comarca, para  los más necesitados fue la firme barca
Fue un gran alquimista, donde unió mente con corazón,  la historia más grande del mesías en expresión
Gracias Dios, por este bello relato, mi fe al corazón por siempre ato.
Bendiciones,
Yider Elder Araque Cerón   

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